Muchas historias se han visto o escrito hasta ahora sobre quienes desde un inicio están en la primera línea enfrentando al COVID19. Médicos, enfermeras, fuerzas armadas y policía nacional; personal de mantenimiento y limpieza encargados de mantener áreas libres de este mortal virus, y así una serie de peruanos que salen día a día a cumplir una labor en esta lucha.
Pero hay muchos más héroes detrás, a veces invisibles ante nuestros ojos, pero esenciales para garantizar, por ejemplo, la ayuda a quienes más lo necesitan. Las empresas dedicadas al servicio de traslado y custodia de dinero, son una pieza fundamental que da un soporte logístico al sistema financiero nacional, para que los bonos y subsidios del Gobierno lleguen a los más necesitados, para que los bancos y cajeros puedan operar como el servicio esencial que son, incluso en los lugares más alejados del país, donde están los más necesitados. Lo mismo los agentes de seguridad particular, que protegen el patrimonio de las personas y garantizan su seguridad.
Ninguno de ellos ha dejado de salir un solo día a cumplir con su trabajo desde que se decretara el estado de emergencia nacional, saliendo de sus casas para enfrentarse ya no solo a la delincuencia, sino también a un enemigo sin rostro que inesperadamente puede poner sus vidas en peligro. Y lo hacen con la convicción del que sabe que tiene una misión en este contexto, ahí ya no hay únicamente blindajes y chalecos, también hay corazón.
Por ello, desde ASEPRI PERÚ hacemos un justo homenaje y reconocimiento a la labor de los agentes y colaboradores de nuestros asociados y de todos los que pertenecen al sector de seguridad privada en el país, quienes de manera discreta, casi invisible, han venido demostrando su valor día a día en esta batalla contra la adversidad, y aportando con su trabajo a que el país no se paralice; y nos han ayudado a ver que el único uniforme que se necesita para ser un héroe, es el del trabajo y el amor al Perú.
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